"Existe una historia verídica de un hombre que era dueño de un águila y la tuvo encadenada a una estaca durante muchos años. Con el pasar de los años, el águila había llegado a abrir un surco en la tierra de tanto dar vueltas alrededor de la estaca. Ya se estaba haciendo vieja y el amo se compadeció y pensó: "¡Como no le falta mucho de vida, voy a ponerla en libertad!" Y quitándole la anilla de la pata, la tomó en la mano y la lanzó al aire. Pero, ¿qué crees que sucedió?
¡La vieja águila se había olvidado casi por completo de cómo se volaba! ¡Dando unos cuantos aletazos, bajó nuevamente al suelo, se acercó al surco y se puso a dar vueltas sobre él siguiendo la rutina que había tenido durante años! ¡No estaba sujeta con ninguna cadena ni argolla! ¡Lo hacía simplemente por la fuerza de la costumbre!
¡Se ha dicho que las cadenas de las malas costumbres son tan débiles que no se sienten hasta que son tan fuertes que no se pueden romper! Y que "los hábitos son como sogas: cada día se teje un hilo más hasta que al final son irrompibles." Ambas cosas son muy ciertas.
Pienso que el ser humano es un ser de costumbre, cuando hacemos todo el tiempo lo mismo, cuando seguimos siendo lo mismo sin buscar una mejora en nuestra vida, en nuestra situaciòn, nos acostumbramos a vivir como cualquier otro dia, tal vez lo que podriamos es vivir con mas AMOR y menos COSTUMBRE!
lunes, 22 de febrero de 2010
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