Cuantas veces le decimos a alguien que son ellos los que deben cambiar, que son ellos los que tienen que decidir, que son ellos el gran problema. Es más fácil dejar caer sobre los demás la responsabilidad de todo lo que esta ocurriendo alrededor, por que “yo” no tengo ningún problema, eres “tú” quien tiene el problema, y cuando se trata de los “no soy yo” tratando de echar culpas o dejar la responsabilidad en otros podríamos decir esto:
No soy yo quien tiene que cambiar, eres tú quien tiene que cambiar.
No soy yo el que se expreso mal, eres tú que no captaste lo que quize decir
No soy yo el que esta cansado de esperar, eres tú que no quieres esperar
No soy yo la persona que tú necesitas, eres tú que necesitas de otra persona
No soy yo el que ve problemas donde no lo hay, eres tú que a todo le ves un problema
No soy yo nada sin ti, eres tú nada sin mí.
No soy mas de lo que soy, eres tú quien crees ser mas de lo que eres
No soy yo lo que tú esperas, eres tú que esperas mas de mi.
Y que sucede cuando esos “eres tú” son realmente “que sí eres”, ahí la cosa cambia porque hay situaciones que ocurren y que uno debe asumir por bien o por mal, y es la consecuencia de nuestros actos, es allí cuando ese “eres tú” se convierte realmente en “soy yo”, ahí la responsabilidad es netamente nuestra.
No soy yo soy el responsable de tu vida, soy yo el responsable de mi vida.
No soy yo quien tiene que hacer más por ti, soy yo, quien tiene hacer mas por mi.
No soy yo el que ve cosas donde no las hay, soy yo, el que he aprendido a diferenciar lo que realmente existe alrededor y que realmente existen.
No soy yo el que quiere una oportunidad en la vida, soy yo quien te quiere dar la oportunidad de tu vida.
No soy yo quien busca la felicidad en otra persona, soy yo la única persona feliz sin buscar a otro para serlo.
Como yo “soy yo” y tú, “eres tú”, lo mejor que podemos hacer antes de buscar culpables o responsables es aprender a vernos nosotros mismos e identificar de quien realmente es el problema, para mejorar nuestras actitudes, nuestro comportamiento y cuando ya el cambio en nosotros se produzca, es casi seguro que todo el cambio que esperas en los demás también ocurra. Una cosa lleva a la otra, todo es cíclico, se comienza por uno mismo si queremos que ocurran los cambios que esperamos en los demás.
sábado, 14 de marzo de 2009
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