viernes, 18 de septiembre de 2009

Justicia del hombre, Justicia Divina

“Dime la verdad que yo te invento la mentira”.Normalmente, esta frase es muy usada por los abogados cuando quieren defender a su cliente, a veces indefendible, pero para eso están los abogados, para abogar por la causa no importa si sea buena o sea mala, ese es su cliente.

Obviamente no podemos siempre creer que tengamos que defender lo indefendible cuando sabemos que hay culpa. Si nos basamos en uno de los valores como es la JUSTICIA ahí no cabe mucho esa frase, mas bien es contradictoria. Cuando somos justos pagamos “Justos por pecadores”, “Cuando somos inocentes no hay justicia”, “Cuando no hay justicia, no hay justos” .

Tal vez el problema es que queremos dejar la justicia en manos del hombre y nos olvidamos que existe algo que se llama Justicia Divina, esa es la mejor de todas las justicias!!!

A veces entramos en conflicto por situaciones en las que nuestros seres queridos pueden verse afectados, directa o indirectamente. Hay situaciones que no merecen un desgaste emocional como para hacer uso de las leyes. Es probable que tengamos argumentos válidos y certeros para decidir cuando algo requiere intervención legal y cuando no, pero hay algo que se llama “precio” y es bien alto el costo emocional que pueda generar determinada situación.

No siempre podemos dejar a la Justicia Divina algunas situaciones, obviamente hay penalizaciones que tienen que ser por la naturaleza del delito, sin embargo, cosas que podamos decidir nosotros sin tener que recurrir a las leyes es mejor dejarselas a Dios. Que mayor castigo puede recibir el hombre que no sea de SI mismo, y cuando digo Justicia Divina me refiero a Dios que está presente para ponernos en cada una de las situaciones donde debamos reconocer que cometimos errores, que hay consecuencias y que hay que asumirlas como tal.

Cada quien se castiga a si mismo, por eso yo creo que necesitamos estar bien conscientes de las acciones que generemos y del daño que pudiéramos causar en algunas personas con nuestras actitudes. Hacemos mal uso de la razón, tendemos a ser violentos y agresivos, por eso es importante que tratemos de SER JUSTOS antes de atacar a los demás.

Valoro a aquellas personas que son remediablemente JUSTAS, es por ello que gana mas valor no tener que inventar ninguna mentira para ayudar a una persona cuando realmente es culpable. Si esa persona lo reconoce y lo hace público, ahí está redimido y esa es la mejor manera que la justicia divina abogue por él. No hagamos como los INJUSTOS que CULPAN a los demás para ganar indulgencia, eso es lo peor que el ser humano puede llegar a ser.

Aprendamos a ver la verdad en el corazón de las personas, a dejar la mentira a un lado y recordar siempre que arriba hay un DIOS que para abajo VE y no nos olvidemos nunca que primero La Justicia Divina y después la Justicia del Hombre!

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